En la poderosa atmósfera de nuestro segundo día de Ayuno Nacional, y bajo el clamor de "La mies es mucha, los obreros pocos", el cielo nos ha hablado por segunda vez. El Rvdo. Oswald Rondon ha traído un mensaje que cambia nuestro paradigma de "obreros" a "herederos": "CORONADOS DE HONRA", basado en 2 de Reyes 11:12.

Este mensaje no es una simple motivación; es una declaración profética. Si el mensaje anterior nos confrontó con el precio del llamado (Jeremías 20), este mensaje nos revela la posición desde la cual pagamos ese precio.

La cita base nos transporta a uno de los momentos más dramáticos de la historia de Judá:

"Sacando luego Joiada al hijo del rey, le puso la corona y el testimonio, y le hicieron rey ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!" (2 Reyes 11:12)

El Rvdo. Rondon desglosó este versículo para revelar el proceso divino de honra para los siervos de Dios hoy.

1. El Obrero Oculto (El Contexto de Joás)

Antes de la coronación, hay un contexto de usurpación. El rey legítimo, Joás, estaba escondido en el templo por seis años. Mientras tanto, la usurpadora Atalía (símbolo del sistema del mundo) reinaba, mataba y destruía.

• Muchos obreros hoy se sienten como Joás: ocultos, silenciados, sin autoridad aparente. Vemos a "Atalía" (la impiedad, el pecado, la cultura anti-Dios) reinando en la sociedad. Nos sentimos "pocos" y escondidos en el "templo" (nuestras iglesias locales), mientras la mies se pierde. Pero el hecho de que estés oculto no significa que no seas el heredero. El ayuno es el tiempo de preparación en el templo, justo antes de la manifestación pública.

2. La Coronación: El Acto de Legitimidad

El mensaje central del Rvdo. Rondon explota en el versículo 12. La honra no es algo que buscamos; es algo que se nos impone por derecho y gracia. Joiada (figura del Espíritu Santo y del sacerdocio fiel) "sacó" al rey.

¡Es la hora de que la verdadera autoridad sea revelada! Pero note los dos elementos inseparables de esta coronación:

A. "Le puso la corona" (La Honra y Autoridad)

La corona es el símbolo visible de la autoridad real.

• Hemos internalizado tanto la mentalidad de "obreros pocos" que hemos olvidado que somos "real sacerdocio" (1 Pedro 2:9). Dios no nos llamó solo a trabajar; nos llamó a reinar. Él "nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre" (Apocalipsis 1:6). La honra que recibimos no es la fama vana del mundo; es la gravitas (peso) de la autoridad del Reino. Es el derecho legal de operar en el nombre de Jesús, el Rey de reyes.
• Como está escrito de Jesús, nuestro modelo: "le vemos... coronado de gloria y de honra" (Hebreos 2:9). Y de nosotros: "¿Qué es el hombre...? Le has coronado de gloria y de honra" (Salmo 8:5). ¡Esta es tu identidad!

B. "Y el testimonio" (La Responsabilidad y la Santidad)

Aquí es donde el mensaje adquiere su filo. Joiada no solo le dio una corona; le dio "el testimonio" (la Ley de Dios, la Torá).

• ¡Este es el equilibrio divino! El Rvdo. Rondon fue enfático: Dios nunca da autoridad (corona) sin responsabilidad (testimonio).
• El peligro del ministerio moderno es querer la corona sin el testimonio. Queremos la honra, la plataforma y el reconocimiento, pero descuidamos la Palabra, la santidad y la obediencia. La verdadera honra no es la posición; es el carácter forjado por el "testimonio". Tu corona solo tiene peso si está anclada en la Palabra de Dios. La autoridad fluye de la obediencia a Su Ley.

3. La Unción: El Sello del Poder

"Y le hicieron rey ungiéndole..."

La corona (autoridad posicional) y el testimonio (fundamento moral) deben ser activados por el poder divino.

• Puedes tener el título (corona) y el conocimiento (testimonio), pero sin la unción del Espíritu Santo, eres solo un rey simbólico. La unción es el aceite que consagra la corona y da vida al testimonio. Es el poder del Espíritu Santo que nos capacita para reinar sobre el pecado, para atar y desatar, y para arrebatar la mies de las manos del usurpador. El ayuno es el precio que pagamos por un aceite fresco.

4. La Proclamación: "¡Viva el Rey!"

Cuando la autoridad (corona), la Palabra (testimonio) y el poder (unción) se alinean, el resultado es inevitable: la manifestación pública. "Batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!"

• El mundo y la iglesia reconocerán la autoridad legítima. Cuando los verdaderos herederos, los obreros consagrados, salgan del escondite y asuman su identidad real, la usurpación de "Atalía" terminará. La mies no se recoge rogando, se recoge proclamando con autoridad: "¡Viva el Rey Jesús!"

De Obrero Oculto a Rey Coronado

El mensaje del Rvdo. Oswald Rondon es un llamado a cambiar nuestra mentalidad. La mies es mucha, y no la recogerán "obreros pocos" y asustados. La recogerá un ejército de "reyes y sacerdotes" que han aceptado su corona, que se aferran al testimonio y que están empapados en la unción.

En este Ayuno Nacional, Dios no solo está escuchando tus peticiones; está puliendo tu corona. Deja de esconderte en el templo. Es hora de que Joiada (el Espíritu) te saque a la luz. Recibe tu corona de honra, abraza el testimonio de Su Palabra, y sal a reinar para que la cosecha pueda ser traída a casa.