Hay voces que cantan, y hay voces que marcan generaciones. Hay músicos que entretienen, y hay adoradores cuya música se convierte en la banda sonora de la fe de un pueblo. En la Región Gran Caracas, el nombre de Vicente Manjarrez resuena con ese tipo de legado.

Con gran gozo, celebramos la vida, la obra y el ministerio de este "adorador apasionado por Jesucristo". Su caminar de fe, su voz inconfundible que ha inspirado a multitudes y su compromiso inquebrantable con la obra pastoral constituyen un testimonio viviente de una vida entregada por completo a Dios.

El Escenario Perfecto para la Honra

El escenario para este homenaje no pudo ser más apropiado. Sucedió durante la histórica vigilia "El Poder de su Gracia", un evento que congregó a más de 1.200 almas.

• No fue una casualidad. Honrar al Rvdo. Manjarrez en medio de un evento tan masivo es, en sí mismo, un argumento poderoso. Demuestra que la cosecha de hoy (las 1.200 almas) se debe, en gran parte, a la semilla que siervos como él plantaron ayer. En esa vigilia, celebramos no solo los frutos de su ministerio, sino la huella imborrable que ha dejado en la iglesia.

De un Acordeón Autodidacta al Llamado Divino

Nacido el 23 de mayo de 1953 en Tacasaluma, Bolívar (Colombia), en el seno de una familia numerosa, el joven Vicente mostró un profundo amor por la música. De manera autodidacta, aprendió a tocar el acordeón, sin saber que ese instrumento se convertiría, años más tarde, en un canal de bendición y un arma de evangelismo para miles.

El punto de inflexión de su vida ocurrió en 1990. A los 37 años de edad, tuvo un encuentro divino donde Dios le reveló a través de Su Palabra que Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida.

• La conversión del hermano Manjarrez a los 37 años es un testimonio de que el llamado de Dios no tiene edad. Un año después, en 1991, su ministerio musical explotó, grabando "Somos Pentecostés" y "Luz que ilumina mi vida". No hubo espera; la unción demandó acción inmediata.

Un Legado en Tres Dimensiones: Salmista, Pastor y Líder

El ministerio del Rvdo. Manjarrez no puede definirse con una sola palabra; es un legado en tres dimensiones:

1. El Salmista: Hoy, con 20 producciones y más de 200 canciones, su legado musical forma parte indeleble de la historia cristiana pentecostal de Venezuela. Su "cántico evangelístico" ha llegado a innumerables almas. Temas como su más solicitado, "Él vendrá", no son solo canciones, son declaraciones proféticas que han fortalecido la esperanza de la iglesia.
2. El Pastor: Su música nunca estuvo desconectada del rebaño. Su unción fue probada en el campo. Comenzó su obra pastoral en El Dividive (estado Trujillo), forjó su carácter en La Damatera y actualmente sirve en Lozada.
3. El Líder: Su fidelidad lo llevó a roles de gran responsabilidad, sirviendo como Coordinador Nacional de Alabanza y Coordinador Regional de Misiones. Esta combinación es clave: entendió que la alabanza sin misión está vacía, y la misión sin alabanza no tiene fuerza. Acumula 18 años de servicio pastoral marcados por una dedicación absoluta.

El Reconocimiento a una Vida de Servicio

Durante la vigilia, el Superintendente de la Región Gran Caracas, Moisés Olivares Martínez, junto a las autoridades de la directiva regional y el Coordinador Regional de Alabanza, Pastor Moisés Marín, entregaron un emotivo homenaje al pastor Manjarrez.

Este reconocimiento honra no solo su voz inconfundible, sino su vida entera entregada al servicio. Apasionado por la lectura y con el anhelo mayor de ver a toda su familia caminando firme en los caminos del Señor, el Rvdo. Manjarrez es la encarnación de un ministerio íntegro.

¡Gracias, Reverendo Vicente Antonio Manjarrez Ochoa, por su vida, su música y su ministerio! ¡A Dios sea la gloria!

Corresponsal: Pastor Daniel Romero Coordinador Regional: Pastor Eduin Morales