La nueva experiencia de vivir en medio de días de gloria, invadió los espacios del campamento de retiros Monte de Sión, ubicado en Mene Grande, estado Zulia, Venezuela en el cual fue marcado el anhelo de poder encontrar más que un destino, la plena certeza de entrar en la presencia del Altísimo.

En este tiempo maravilloso seguimos expandiendo la visión de Dios y nuestros retiros espirituales siguen demostrando al mundo que Venezuela no solo es territorio de avivamiento sino que hay un futuro claro para la conquista de la nación.

Recordando lo expuesto en la poderosa palabra de Dios (Salmo 133) vimos como el Señor envió bendición y vida eterna en medio de una gran multitud de almas las cuales encontraron en Jesucristo consuelo, paz, esperanza pero también un rumbo nuevo cuyo destino es el cielo.

Noches maravillosas pero también días en lo cuales ocurrieron sanidades y maravillas, el anhelo de una respuesta al corazón desvalido y sin fuerzas trajo como consecuencia resultados positivos y un poderoso enfoque hacia el empoderamiento de espacios vitales que el enemigo pretendió disolver para causar dolor, zozobra y perturbación en las familias pero, sobre todo, prevaleció ante todo la mano del Señor en medio de dificultades y duras pruebas. Vimos hermosos días de gloria y agradecemos a cada pastor que tuvo participación en la predicación de la poderosa palabra de Dios, a nuestros directivos nacionales, regionales, distritales y sectoriales.

Desde ya, mantenemos la expectativa y nos unimos con gozo en oración para que Dios nos conceda en 2026, si aun no ha venido, su misericordia para volver a Mene Grande, a este campamento de incalculables testimonios y recuerdos que seguirán latentes en las nuevas generaciones.